Friday, September 14, 2012

DEDICADO A L.

Bajando por la Rambla se puede llegar al Mediterráneo o se puede llegar a Plaza Real, calle Escudellers, Arc del Teatre, Santa Mónica... Al igual que Leo, el protagonista de BILBAO de BIGAS LUNA, que desciende en busca de su objeto de obsesión y deseo, ella también se dejaba arrastrar por la marea humana, divisaba algún tipo extremo y lo seguía, sabiendo casi con total seguridad que su destino sería EL TEQUILA o EL FANTASTICO; una vez fué un melenudo con un cinturón de balas, otra vez fué un dandy con capa y chistera que se dirigió al Liceu donde le esperaban unas "tietes"; seguir sin más... Se sentía valiente y transgresora, sola o acompañada, era su medio, el mejor lugar del mundo para sentirse libre de verdad, observar a la gente, sentir la brisa del Mar, perderse por oscuros callejones, impregnarse de los olores penetrantes, olor de fritangas, de alcohol, de orines, de humanidad. Los bares, esos bares auténticamente cutres donde comer cualquier cosa a cualquier hora del día o de la noche. Sentarse en Plaza Real y escuchar rumba a cambio de unas monedas. L. pedía canciones carcelarias que le recordaban a su chico idealizado, atractivo y maleante que acabó con sus huesos el la Modelo. Empezar una larga noche que duraría hasta el amanecer. Prometían esas noches interminables.Teníamos toda la vida por delante.