SOMNOLENCIA

No recuerdo haberme quedado dormida nunca delante de una película, a punto si, algunas veces, sobretodo en unas épocas en las que me quedaba hasta la madrugada viendo clásicos en v.o. subtitulados, pero de eso hace una eternidad, actualmente miro películas en horario diurno, el año pasado en sesión matinal y éste, a la hora de la comida, momento especialmente peligroso al tener el estómago lleno y coincidir con la siesta.
El otro día en DVD, visioné LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS y por poco me duermo por primera vez en mi vida. Toda la introducción se me hizo eterna, un sinfín de acciones que cobran sentido al final de una película de denúncia sobre la tortura, muy bien hecha, pero que no me acababa de enganchar, a partir de la escena en la que la misteriosa protagonista desvela sus terribles secretos ya fué una entrega total y también un desespero ante el horror narrado, ahora es al revés, no me la puedo quitar de la cabeza y me revelo ante ello, no quiero sufrir así, de qué sirve?, no puedo cambiar los horrores del mundo con éste sufrimiento...
Tal vez la maternidad me ha hecho más sensible ante ciertos temas, sobretodo si se trata de injusticias cometidas con niños...
Al menos, como ya ocurría en MI VIDA SIN MI, hay esperanza, luz al final del túnel, es una constante en la filmografía de Isabel Coixet, pero aún así, sigo sufriendo...