Monday, May 28, 2007

LOCALIZACIONES

Edificios desolados, viejos edificios industriales condenados al derribo. Zonas devastadas de la ciudad, en el punto de mira de los especuladores. Paredes oscurecidas por la humedad y la contaminación, persianas verdes descoloridas, azoteas con chimeneas derrumbadas, con herrumbrosos hilos de tender, cuartos de lavar la ropa, desvanes, baldosas de loza rojas. Vestigios de una época en la que no existían ni las lavadoras ni las secadoras, grandes consumidoras de energía eléctrica y de las que ya no se puede prescindir.
El ritual de subir a tender, aprovechar los días de Sol para beneficiarse de su calor y hacer una pausa, mirar a la calle, inventarse escenas...
La entrada de una vieja pensión que ya no ejerce como tal, rodeada de franquícias y bullicio adolescente, como un oasis de calma en medio de la vorágine.
El itinerario diario puede dar mucho de sí.

9 comments:

Batsi said...

Sin embargo aún hay países en esas condiciones. La pobreza abunda, desgraciadamente y no tiene nada que ver el hecho de que la tecnología siga en aumento. Ellos no se pueden beneficiar.

Curioso, pero al comenzar a leer el post, me parecía que describías alguna zota azotada por la guerra. No hay mucha diferencia.

Un besito y feliz semana.

Letra said...

Allí aprovechan los días de sol, aquí hace dos grados bajo cero. No tiendo la ropa afuera ni con la orden de un juez.

Anonymous said...

A/Yo, sin embargo, no asocio nada de lo escrito por ALOMA con pobreza, termino más que relativo. La ropa tendida al sol forma parte del paisaje mediterraneo y me conduce directo al barrio de la Barceloneta en tiempos pre-olimpiadas (de lejos las casas parecían tener velamen y las sábanas centelleaban como heliografos cuando el sol les daba de lleno; al pasear debajo de ellas el olor del jabon se mezclaba con los olores del asfalto y, según la dirección del viento, con los del mar cercano...)o, hablando de cine, a ese progio de sensibilidad que es "Una jornada particular" de Ettore Scola...
B/Los edificios en ruina (sean fábricas, casas particulares..) me atraen desde siempre. En los ochenta me colé en un montón junto con cuatro amigos. Un fuuro abogado, una futura estrella del ñoñipop... Tengo recuerdos muy vividos de una clínica abandonada en la Avenida Sarria. El techo del vestíbulo caido justo en el hueco de una escalera doble, las habitaciones con los restos de las camas y un quirófano inmenso, baldosas agrietadas y el foco para las operaciones cubierto de oxido y telarañas apelmazadas de humedad. En administración encontramos una fila de ficheros rebosantes de expedientes médicos y descubrí que de la conjunción entre el haz de una linterna de bolsillo y de una radiografía se extrae justo ese color que más tarde haría famosas las ilustraciones de Dave McKean y que es como el color del tiempo y la melancolia con un poso siniestro...
Recuerdo también un casa gótica en las faldas del Tibidabo. Sobre la puerta del jardín un rotulo de hierro explicaba que el lugar había sido alguna vez, en los años cuarenta o cincuenta, una residencia para señoritas (sic). El jardín era una auténtica selva que te protegia de miradas indeseables e indeseadas; vegetación trepadora cegaba las ventanas de arco. Descubrimos una puerta que conducia a una bodega, cicular, de techo tan bajo que tenías que moverte en cuclillas. No quedaban botellas pero si las argollas de metal (y sé que argolla no es la palabra justa, pero no se me ocurre otra...)que alguna vez las sujetaron a los muros. Pasamos tardes enteras de novillos en ese sitio. En la bodega o en la habitación principal de la planta baja, fumando, charlando, planeando otras aventuras por el estilo o simplemente fascinados por el dibujo modernista de las baldosas...Un dia aparecieron unas chicas de un colegio cercano. Venían de uniforme y una traía una bolsa con mandarinas y otra un montón de revistas de musica para adolescentes y tebeos de "Lili". Uno de los nuestros (que unos días antes nos había guiado hasta otra ruina, en cuyo atico moraba una enorme y bellísima lechuza albina a la cual nuestra presencia no pareció molestar lo más mínimo...)áportaba la música: un casete portatil con una cinta de Simon&Garfunkel. Pelamos la fruta al son de "Scarborough Fair", bailamos un par de lentos, nos contamos mentiras... y juro que el tiempo se detuvo y el espacio se llenó de magia...
En fin, que amo los lugares fuera de servicio, abandonados, derrotados, residuales... No me deprimen ni asustan (aunque los hay asustantes..). Creo que el polvo y yo nos llevamos bien. Y los fantasmas. Bueno, hay más histoias. Otro día las contaré. Ah, una vez escribí sobre mis colegas para un periodico local. Los llame "Los Goonies", película que marcó mucho en su momento.
C/La exploración de lugares urbanos dejados de la mano de Dios es actualmente una afición que congrega a mucha gente. El lema es no alterar el espacio, no destrozar ni saquear. Entras, indagas, dejas constancia gráfica via video o foto de movil y narras la experiencia en uno de los cientos de foros que al respecto hay en la red. Aquí va la dirección de uno, ianki, por si quereis expolorar al explorador www.infiltration. org. Los hay nacionales pero no recuerdo dirección.
D/La semana pasada Factoria de Ideas publico "Allanadores" de David (Rambo) Morrell, novela de suspense que trata del tema.
Abrazos...

ALOMA69 said...

batsi, a cada cual puede sugerirle algo distinto.

letra, podría congelarse la ropa, claro, brrrrr, odio el frío, definitivamente.

mab, extraordinario comentario, veo que ha pillado perfectamente por dónde iba.
El barrio de la Barceloneta también era una de mis zonas predilectas antes del 92, conservo gratos recuerdos de jornadas de playa, tapas y cerveza fresca; aunque no sea pan de su devoción, BIGAS LUNA también recrea éste ambiente en algunas de sus películas, pero UNA JORNADA PARTICULAR es total, aprovecho para nombrar también LA SALA DE BAILE y BRUTOS, SUCIOS Y MALOS, de ETTORE SCOLA, ésta última me impactó, es referente total.
Compartimos la misma afición por estos espacios, también viví interesantes aventuras en algún que otro edificio, aunque en províncias, cerca de la casa de "anna" había una antigua clínica (hoy converdtida en bloque de pisos), "la Boreal", incluso el nombre era evocador y allí hicimos también interesantísimos hallazgos, armarios repletos de medicinas, instrumental, camillas, emocionante de verdad, ah, y gatos!!!
Fantásticas anécdotas mab, el antiguo internado de señoritas es total, muy buenas descripciones!!!
"Scarborough Fair" es una de mis preferidas del famoso dúo, no podíais tener mejor banda sonora para vuestras aventuras...
Otro punto importante, los jardines abandonados o semi-abandonados, hay uno especialmente interesante en la capital de comarca, usted lo conoce bien, no? Es posible que vivir en edificios modernistas condicione la forma de ser de un@?
Quería comentarle que tuve una grata sorpresa un día que fuí al "consell comarcal" y me di cuenta que desde allí había una vista privilegiada de su azotea, menuda sorpresa, cuidado con tomar el Sol en bolas!!!
La entrada de la pensión que nombro está al lado del Pull & Bear, creo que es de las cosas más auténticas que quedan por aquí, no tiene desperdicio.
Pues gracias por la minuciosa ampliación del tema!!!

Mil gracias!!!

Athos said...

Esas reflexiones ante escenarios casi olvidados por la celeridad de la vida moderna, me resultan casi mágicos.
Y no hay que echarle mucha imaginación para volver inmediatamente al pasado, y recuperar olores, sonidos,imágenes....

Besos

Anonymous said...

"¿Es posible que vivir en edificios modernistas condicione la forma de ser de un@?"

No lo dudes...
Lee "La casa encantada" de Shiley Jackson. Y a H.P.Lovecraft. Y a Ballard. Y a Cirlot.

Buenp, casi nunca tomo el sol.

missangria said...

Me chiflan las casas abandonadas, los lugares adolecidos de un rancio abolengo, los bares con cristales amarillentos y clientes tan raídos como las tapicerías de sus sillones. cuando era jovencita me colé por el sanatorio de San juan de dios en San salvador, fue una experiencia escalofriante, después al ver la película "los sin nombre" donde también salía el sanatorio, incluso tuve pesadillas, ahora es un hotel de lujo, también tiene su gracia, pero aquel edificio abandonado y medio tapiado, con su capilla deterioradísima a la que yo imaginaba acudirían los pacientes del centro, con unos jardines dejados y resquicios de farras estivales con sus latas y sus botellas de birra, eran insuperables...Odio los bares franquicias cada vez más presentes en todas las ciudades, me encanta lo cañí, lo auténtico, decoraciones en los bares años setenta, me chiflan los cascos antiguos de las ciudades, las casas abandonadas donde se ve el papel en las paredes,....me impregno de esta fascinación que sientes por esos lugares, yo también lo siento y sufro por los rincones que aún sobreviven a la fiebre constructora...

Besos,

nancicomansi said...

Pero hay que saber mirar, Aloma...no todo el mundo sabe apreciar hasta unos "herrumbrosos hilos de tender"...a mi, estas pequeñas "ruinas", también me pueden, me enternecen...

Besos, guapa (Ahora caigo!! o no...Aloma es po M.Rodoreda? que gran escritora..."Mirall trencat" me dejó sin habla...es genial...)

MALEFICABOVARI said...

Esas localizaciones desnudas, son las ideales para perderse imaginando otros mundos, poniéndoles otros colores.... no cómo ahora, vayas dónde vayas, todo pisos de construcciones iguales, y gente gris que los habita y consume las mismas cosas, y ejercen las mismas vidas...
Lo importante es que sigamos teniendo la llave para soñar... sea viendo parajes asolados, casas derruidas, incluso vidas ajenas...
Bss, guapa¡